Feria Artesanal Monte Castro
Pinturas, máscaras, instrumentos de percusión, objetos y mucho mas!
Sábado 16 de Octubre de 2010
Conocimos a Sil en Misiones en el evento para Jóvenes Emprendedores. Nos contó de Marina, su pareja y de Silvina, su amiga artesana que vive a unas cuadras del local. A la semana estaba Silvina llenando el formulario para organizar una feria ese mismo sábado con sus máscaras, pinturas de Laura, su hermana e instrumentos de un amigo percusionista. Nos pasamos toda la tarde en la vereda con Sil y Marina.
Pinturas, máscaras, instrumentos de percusión, objetos y mucho mas!
Sábado 16 de Octubre de 2010
Conocimos a Sil en Misiones en el evento para Jóvenes Emprendedores. Nos contó de Marina, su pareja y de Silvina, su amiga artesana que vive a unas cuadras del local. A la semana estaba Silvina llenando el formulario para organizar una feria ese mismo sábado con sus máscaras, pinturas de Laura, su hermana e instrumentos de un amigo percusionista. Nos pasamos toda la tarde en la vereda con Sil y Marina.
Sil, Marina, Gaby y Martina
Enamorarse de la persona correcta es fácil, encontrarla es lo difícil, sobre todo si la buscás. Pero no así cuando no la buscás…
Febrero 2009 en la ciudad de Buenos Aires. Un domingo de esos donde la soltería desde hace un año y medio te sienta bien después de cinco años de pareja que terminaron en buenos términos. Soltería que por cierto no era elección ni aceptación de destino, sino simplemente el fluir de las cosas como suceden cuando estás en calma con vos y fluís con los acontecimientos de la vida.
Me llama una amiga y me invita a tomar un café muy cerca de mi casa, a la tardecita, en Plaza Serrano en el barrio porteño de Palermo. Un programa muy interesante y atinado especialmente para la hora en que cae el blues del domingo y la compañía de una amiga de esas que tenes más afinidad intelectual que emocional te hace pasarla bien. Digo Si! Buenísimo y acto seguido me retruca: “¿te molesta si viene Marina mi amiga de italiano?” “No, para nada”.
Llegue primera al café, tranquila aunque un poco expectante, típico de quien espera aunque sea cinco minutos. Llegaron juntas aunque venían separadas y cuando la vi pensé: uf, que suerte, solo vamos a ser amigas.
Como siempre con mi amiga Florencia no paramos de hablar desde el primer momento, de mis cosas, de las de ella, de la vida, de boludeces que nos hacían reír a las tres. Fue un momento súper agradable.
A la semana mi amiga Florencia se iba de vacaciones y era el partido exhibición de Gabriela Sabatini y Martina Navratilova. Si, lo se. Una cita infaltable para cualquier lesbiana que se precie de serlo. El jueves le pedí el celular de Marina a Florencia y la llamé. “Hola”. “Hola!”. Sin histeria alguna y sin pudor la invito a venir conmigo al evento. Se rió de buena gana por el colmo y acepto de inmediato: en la radio estaba Fernando Peña hablando del asunto. Compré las entradas. Rendez vous el sábado a las 12 en mi casa. Hasta acá. Nada de nada. Simplemente amigas. Si, como no.
El sábado, puntualísima, llegó a mi casa con su nave. Como el corcel de un príncipe encantado convertido en auto súper deportivo del año en curso y su actitud amigable e intensa. Reía con vehemencia de mis tonterías que siempre uso un poco como defensa y otro poco como estrategia de seducción sin ánimo de una recompensa sexual posterior sino más como una manera de subyugar a mí publico ocasional. Estacionamos, y cuando entramos al Court había tantas pero tantas mujeres de “sabida orientación sexual” que nos reímos y Marina me dijo: “ de acá nos vamos con novia!”
Nos sentamos en nuestras plateas y no parábamos de hablar. Era fácil la charla. Sin silencios incómodos y sin incomodidad por falta de ellos. Todo era perfecto, aunque hacía un poco de calor, y yo saqué mi botellita de “agua Lancome en spray para el rostro” y le convido… “¿queres? .. no gracias me devolvió. Pensó: “ mira vos el chongo éste lo femme que me salió! Punto y aparte.
En un momento de la conversación ella me dice algo y yo sabiendo que hablaba francés porque me lo había comentado Florencia al pasar, le digo una expresión bien francés: “behh oui!” .. y se da vuelta, me mira asombrada y me pregunta en castellano: “ ¿vos hablás Francés?” …. (Si, hablo francés, lo aprendí viviendo en Francia a los 23 años cuando me fui a la aventura y entre otras cosas, conocí una tía de la familia que vive en Marsella y que parece salida de una película de Fellini de los años 70)
Le dije si, hablo y le cuento todo esto con más lujo de detalles pero hablando en Francés. Un tiempo mas tarde me confensó que ese fue el momento en que me miró distinto. Aguante l’academie Francaise!
Terminó el primer partido. Gano la local. Menos gracias que una piedra seca en el medio de la nada. Navratilova una DIOSA, dueña del espacio, segura de si misma, haciendo show y chistes con la gente y los ball boys. Una grande.
Bajamos a tomar algún refresco, todo el tortetaje revolucionado y atento las unas a las otras, las miradas, las presentes, la histeria ..Siempre la histeria. Y nosotras en nuestro mundo sin darnos cuenta. Ella , yo y el rojo del polvo de ladrillo. Ella, yo y las risas cómplices. Ella , yo y las confidencias. Ella y su trabajo y su inteligencia, ella y su sensibilidad disfrazada de mujer maravilla.
Pancho en mano y gaseosa en la otra entramos, aprovechando la excusa de que los invitados de honor tras el primer partido se habían ido, a la cancha central, a solo dos filas de la línea de cancha. Marina me miraba incrédula y feliz. Empezó el partido de dobles y a los pocos minutos se largó a llover de golpe, sin tiempo a nada. Las jugadoras corriendo a los vestuarios y el público a no se donde, corriendo desesperados como si fuesen de azúcar y la lluvia iba a acabar con ellos. Yo corrí debajo de las gradas e improvisé una casita para dos, qué romántico! Desde allí abajo, le chistaba a Marina para que se anime... y ella me miraba muerta de risa... entró y cuando vio que estabamos en compañía de 2 o 3 arañas con sus telas salio corriendo muerta de risa otra vez y desde afuera me miraba con esa carita de estás loca... pero me encanta.
Salió el sol veraniego tras 10 minutos de lluvia liviana y el calor aumentó. Con el sol todo volvió a la normalidad, el partido recomenzó y terminó. Marina fascinada miraba en primera fila a su ídola, y yo me limitaba a disfrutar lo que creía había sido un logro mío; llevarla hasta ese lugar especial. Después me daría cuenta que no somos hacedores de nada, simplemente estamos donde debemos en el momento que tenemos que estar y no hay como escapar, gracias a quién sea que exista que se parezca a Dios, a los designios del destino
Para terminar las risotadas del día, en la entrega de premios una multitud gritaba Gaby, gaby, gaby! … y yo solo para hacerla reír gritaba con todas la fuerzas de mi garganta y mi alma: Martina! Martina! Martina!. Don't make me beg you, please please come…
El amor es una rara mezcla entre atracción y deseo? No creo. Eso es calentura. El amor es algo que te rodea, se apodera de tu voluntad, es una nube, eso es! una nubecita que te sigue por todos lados cuando estás con ese alguien. Así terminó el día, nos fuimos juntas a comer algo, no podíamos parar de hablar de nuestras vidas, de nuestras pérdidas, de nuestras cosas, como una danza, una habla, la otra escucha, se hace un silencio y esta cargado de contenido, el mundo se vuelve un lugar mas completo, que vale la pena, desaparece el futuro y el pasado es sólo una excusa para quienes somos hoy. No nos podíamos separar… pero lo hicimos.. Si alguien pregunta: y no pasó nada ese día?.. Pueden responderle que pasó todo, lo demás vino con el tiempo.
Enamorarse de la persona correcta es fácil, encontrarla es lo difícil, sobre todo si la buscás. Pero no así cuando no la buscás…
Febrero 2009 en la ciudad de Buenos Aires. Un domingo de esos donde la soltería desde hace un año y medio te sienta bien después de cinco años de pareja que terminaron en buenos términos. Soltería que por cierto no era elección ni aceptación de destino, sino simplemente el fluir de las cosas como suceden cuando estás en calma con vos y fluís con los acontecimientos de la vida.
Me llama una amiga y me invita a tomar un café muy cerca de mi casa, a la tardecita, en Plaza Serrano en el barrio porteño de Palermo. Un programa muy interesante y atinado especialmente para la hora en que cae el blues del domingo y la compañía de una amiga de esas que tenes más afinidad intelectual que emocional te hace pasarla bien. Digo Si! Buenísimo y acto seguido me retruca: “¿te molesta si viene Marina mi amiga de italiano?” “No, para nada”.
Llegue primera al café, tranquila aunque un poco expectante, típico de quien espera aunque sea cinco minutos. Llegaron juntas aunque venían separadas y cuando la vi pensé: uf, que suerte, solo vamos a ser amigas.
Como siempre con mi amiga Florencia no paramos de hablar desde el primer momento, de mis cosas, de las de ella, de la vida, de boludeces que nos hacían reír a las tres. Fue un momento súper agradable.
A la semana mi amiga Florencia se iba de vacaciones y era el partido exhibición de Gabriela Sabatini y Martina Navratilova. Si, lo se. Una cita infaltable para cualquier lesbiana que se precie de serlo. El jueves le pedí el celular de Marina a Florencia y la llamé. “Hola”. “Hola!”. Sin histeria alguna y sin pudor la invito a venir conmigo al evento. Se rió de buena gana por el colmo y acepto de inmediato: en la radio estaba Fernando Peña hablando del asunto. Compré las entradas. Rendez vous el sábado a las 12 en mi casa. Hasta acá. Nada de nada. Simplemente amigas. Si, como no.
El sábado, puntualísima, llegó a mi casa con su nave. Como el corcel de un príncipe encantado convertido en auto súper deportivo del año en curso y su actitud amigable e intensa. Reía con vehemencia de mis tonterías que siempre uso un poco como defensa y otro poco como estrategia de seducción sin ánimo de una recompensa sexual posterior sino más como una manera de subyugar a mí publico ocasional. Estacionamos, y cuando entramos al Court había tantas pero tantas mujeres de “sabida orientación sexual” que nos reímos y Marina me dijo: “ de acá nos vamos con novia!”
Nos sentamos en nuestras plateas y no parábamos de hablar. Era fácil la charla. Sin silencios incómodos y sin incomodidad por falta de ellos. Todo era perfecto, aunque hacía un poco de calor, y yo saqué mi botellita de “agua Lancome en spray para el rostro” y le convido… “¿queres? .. no gracias me devolvió. Pensó: “ mira vos el chongo éste lo femme que me salió! Punto y aparte.
En un momento de la conversación ella me dice algo y yo sabiendo que hablaba francés porque me lo había comentado Florencia al pasar, le digo una expresión bien francés: “behh oui!” .. y se da vuelta, me mira asombrada y me pregunta en castellano: “ ¿vos hablás Francés?” …. (Si, hablo francés, lo aprendí viviendo en Francia a los 23 años cuando me fui a la aventura y entre otras cosas, conocí una tía de la familia que vive en Marsella y que parece salida de una película de Fellini de los años 70)
Le dije si, hablo y le cuento todo esto con más lujo de detalles pero hablando en Francés. Un tiempo mas tarde me confensó que ese fue el momento en que me miró distinto. Aguante l’academie Francaise!
Terminó el primer partido. Gano la local. Menos gracias que una piedra seca en el medio de la nada. Navratilova una DIOSA, dueña del espacio, segura de si misma, haciendo show y chistes con la gente y los ball boys. Una grande.
Bajamos a tomar algún refresco, todo el tortetaje revolucionado y atento las unas a las otras, las miradas, las presentes, la histeria ..Siempre la histeria. Y nosotras en nuestro mundo sin darnos cuenta. Ella , yo y el rojo del polvo de ladrillo. Ella, yo y las risas cómplices. Ella , yo y las confidencias. Ella y su trabajo y su inteligencia, ella y su sensibilidad disfrazada de mujer maravilla.
Pancho en mano y gaseosa en la otra entramos, aprovechando la excusa de que los invitados de honor tras el primer partido se habían ido, a la cancha central, a solo dos filas de la línea de cancha. Marina me miraba incrédula y feliz. Empezó el partido de dobles y a los pocos minutos se largó a llover de golpe, sin tiempo a nada. Las jugadoras corriendo a los vestuarios y el público a no se donde, corriendo desesperados como si fuesen de azúcar y la lluvia iba a acabar con ellos. Yo corrí debajo de las gradas e improvisé una casita para dos, qué romántico! Desde allí abajo, le chistaba a Marina para que se anime... y ella me miraba muerta de risa... entró y cuando vio que estabamos en compañía de 2 o 3 arañas con sus telas salio corriendo muerta de risa otra vez y desde afuera me miraba con esa carita de estás loca... pero me encanta.
Salió el sol veraniego tras 10 minutos de lluvia liviana y el calor aumentó. Con el sol todo volvió a la normalidad, el partido recomenzó y terminó. Marina fascinada miraba en primera fila a su ídola, y yo me limitaba a disfrutar lo que creía había sido un logro mío; llevarla hasta ese lugar especial. Después me daría cuenta que no somos hacedores de nada, simplemente estamos donde debemos en el momento que tenemos que estar y no hay como escapar, gracias a quién sea que exista que se parezca a Dios, a los designios del destino
Para terminar las risotadas del día, en la entrega de premios una multitud gritaba Gaby, gaby, gaby! … y yo solo para hacerla reír gritaba con todas la fuerzas de mi garganta y mi alma: Martina! Martina! Martina!. Don't make me beg you, please please come…
El amor es una rara mezcla entre atracción y deseo? No creo. Eso es calentura. El amor es algo que te rodea, se apodera de tu voluntad, es una nube, eso es! una nubecita que te sigue por todos lados cuando estás con ese alguien. Así terminó el día, nos fuimos juntas a comer algo, no podíamos parar de hablar de nuestras vidas, de nuestras pérdidas, de nuestras cosas, como una danza, una habla, la otra escucha, se hace un silencio y esta cargado de contenido, el mundo se vuelve un lugar mas completo, que vale la pena, desaparece el futuro y el pasado es sólo una excusa para quienes somos hoy. No nos podíamos separar… pero lo hicimos.. Si alguien pregunta: y no pasó nada ese día?.. Pueden responderle que pasó todo, lo demás vino con el tiempo.