Entrelazadas
Feria Rodante de Artesanías
Sábado 11 de Septiembre
Sandra y Paula se conocieron medio de casualidad. Sandra hizo un curso para jovenes emprendedoras, una suerte de hágalo usted mismo dentro del rubro Pymes. De ahí surgió la idea de hacer ferias en casas, para dar un impulso inicial a su doble vocación de gestora y artesana. En principio fue la suya, y el metodo de difusión mas eficaz y economico, internet. Armó un mailing convocando a amigas/os artesanas/os para que la ayudaran a difundir el emprendimiento entre sus contactos. El mail llegó a una amiga que se lo reenvió a una prima cuyo marido tiene una hermana que resultó ser la mejor amiga de Paula. Paula vivió toda su vida en Monte Castro y siempre quiso tener un local de tejidos. Asi que se encontraron, se gustaron y empezaron a armar las ferias juntas.
Ese fue el comienzo. Ahora el proyecto perdió continuidad, está medio en suspenso. Esos pequeños problemitas que arrastra la vida, detalles momentaneos que irrumpen deseos durante un cierto período. Como el hecho de que Paula tenga un hijo chiquito y que los hijos chiquitos demanden mucho tiempo y que para tener dinero haya que trabajar y que ese trabajo consuma aun mas tiempo y que el tiempo de tejer sea uno de esos que haya que sacrificar primero. Pero quien sabe, por lo pronto Sandra sigue laburando, creando y produciendo, y las dos siguen soñando con tener su propio espacio donde vender sus productos y los de otros artesanos y dar clases y formar una comunidad donde se compartan saberes y otras cositas.
Feria Rodante de Artesanías
Sábado 11 de Septiembre
Sandra y Paula se conocieron medio de casualidad. Sandra hizo un curso para jovenes emprendedoras, una suerte de hágalo usted mismo dentro del rubro Pymes. De ahí surgió la idea de hacer ferias en casas, para dar un impulso inicial a su doble vocación de gestora y artesana. En principio fue la suya, y el metodo de difusión mas eficaz y economico, internet. Armó un mailing convocando a amigas/os artesanas/os para que la ayudaran a difundir el emprendimiento entre sus contactos. El mail llegó a una amiga que se lo reenvió a una prima cuyo marido tiene una hermana que resultó ser la mejor amiga de Paula. Paula vivió toda su vida en Monte Castro y siempre quiso tener un local de tejidos. Asi que se encontraron, se gustaron y empezaron a armar las ferias juntas.
Ese fue el comienzo. Ahora el proyecto perdió continuidad, está medio en suspenso. Esos pequeños problemitas que arrastra la vida, detalles momentaneos que irrumpen deseos durante un cierto período. Como el hecho de que Paula tenga un hijo chiquito y que los hijos chiquitos demanden mucho tiempo y que para tener dinero haya que trabajar y que ese trabajo consuma aun mas tiempo y que el tiempo de tejer sea uno de esos que haya que sacrificar primero. Pero quien sabe, por lo pronto Sandra sigue laburando, creando y produciendo, y las dos siguen soñando con tener su propio espacio donde vender sus productos y los de otros artesanos y dar clases y formar una comunidad donde se compartan saberes y otras cositas.